Sucedió durante una balacera entre dos bandas y por el hecho hay tres detenidos, entre ellos, el autor material del disparo fatal.
La madre de Lola Jazmín Montero, la beba de cinco meses asesinada ayer de un balazo en la cabeza en la localidad bonaerense de Dock Sud, denunció hoy que desde hacía "tres noches” se escuchaban disparos en las torres del monoblock y afirmó que por más que hayan detenido a los tres involucrados a su hija nadie se la va a devolver más.
“Estaba comprando el pan y mi hija pega un grito, se da vuelta y tenía el disparo en la cabeza”, relató hoy a la prensa Carolina, la madre de la víctima.
“Yo bajé a comprar el pan y ahora no la tengo más conmigo. Había cumplido cinco meses. A mí nadie me la va a devolver, aunque hayan agarrado a los hijos de puta esos”, dijo la mujer en llanto.
Carolina aseguró que “hace tres noches que tiran tiros” en las torres del complejo habitacional Nicolás Avellaneda, adonde vive, y que pese a ello nadie hizo nada.
“Es normal (por los disparos), van, hacen quilombo y se meten a la torre”, agregó.
La mujer responsabilizó por lo sucedido a Mariano César Dacosta, alias “Marianito”, el tercer detenido por el caso, quien es el hijo de la dueña de la verdulería ubicada frente al almacén donde ella ayer estaba comprando pan cuando mataron a su beba.
“Fue por culpa de Mariano, él salió y a él le dispararon. Hace rato que lo andaban buscando”, comentó la mujer, quien contó a los periodistas que hace dos años perdió el embarazo de un varón.
Al ser consultada sobre si sabía el motivo por el que le fueron a disparar, Carolina respondió “ni idea”, agregó que no fue por una disputa entre barrabravas y que lo único que sabe es que los atacantes “tenían bronca con él”.
Su marido y padre de Lola, José Alberto Montero, le dijo a la prensa que la muerte de su hija “es algo que no se puede explicar” y también negó que haya sido un problema entre hinchadas: “Son un par de pelotudos que se cagan a tiros porque tiene ganas y lamentablemente no se lastiman ellos y terminaron lastimando a una criatura”.
José contó que él mismo se subió a un patrullero para llevarla a la beba al hospital y pese a que durante el viaje le hicieron tareas de “RCP y respiración” y su hija “llegó con vida”, luego “no aguantó y entró con un paro”.
“Desgraciadamente a nuestra hija no nos la va a devolver nadie. No sé cómo nos vamos a recuperar. Somos gente de trabajo, gente buena, luchamos día a día, nos toca vivir esto que siempre lo veíamos por la tele. Hay que acabar con todo esto”, concluyó.
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