Además, pidió: "Invertir en las personas y asignar el gasto de manera más efectiva para llegar a los más vulnerables". Lejos quedaron los pedidos de ajuste de la anterior directora.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, cambió el discurso de ajuste asfixiante que sostenía la anterior gestión de Christine Lagarde, para pasar a un nuevo paradigma solidario.
Dijo que se debe fomentar una cultura de la solidaridad con las prioridades para la economía global, como un crecimiento inclusivo, integración internacional justa y acción climática sostenible.
En el seminario sobre las "Nuevas Formas de Solidaridad", participaron el Papa Francisco y el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán.
La funcionaria internacional dijo que espera "con ansias" que los líderes mundiales se decidan a dar la discusión sobre cómo se pueden "levantar sombras y traer más luz" sobre la economía mundial, con un eje central: reducir la desigualdad.
"No es casualidad que el descontento estalló en lugares donde la brecha entre ricos y pobres es demasiado alta, y donde el crecimiento es demasiado bajo para ofrecer mejores oportunidades para aquellos que más los necesitan", sobresaltó.
Además, consideró que la "clase media" tiene cada vez más miedo a las "sombras de la pobreza".
"Eso significa invertir en las personas, no sólo gastando más en escuelas y capacitación, sino también mejorando la calidad de la educación y el acceso al aprendizaje", concluyó haciendo alusión a como lograr este cometido.
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