El narcotraficante le había dicho al sujeto que si contaba que tenía una cocina de cocaína "lo iba a cortar en pedacitos".
El hombre buscado por el crimen de Rodrigo Cristaldo, quien hace 15 días fue hallado descuartizado dentro de un tambor con cal y ácido en una cocina de drogas de la localidad bonaerense de Bernal, fue detenido hoy en el partido de Berazategui, informaron fuentes policiales y judiciales
Se trata de Antonio Roberto Ansaloni (65), quien fue capturado este mediodía durante un operativo en colectora este de la autovía 2, en la localidad de El Pato, en jurisdicción del mencionado distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires.
Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que los investigadores habían establecido que el sospechoso podía estar refugiado por esa zona, donde viven algunos familiares suyos.
De esta manera, personal de la comisaría 1era. de Berazategui encontró a Ansaloni caminando por la vía pública y lo detuvo, tras lo cual quedó a disposición del fiscal de la causa, Leonardo Sarra, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Quilmes.
"Gracias a Dios lo detuvieron, estamos un poquito más aliviados dentro de lo triste de todo esto", dijo a Télam Eliana, hermana de la víctima.
Según las fuentes, el funcionario judicial lo indagará mañana por el delito de "homicidio agravado por alevosía" de Cristaldo (41), que prevé la pena de prisión perpetua.
"Esperemos que no salga más, que cumpla lo que tenga que cumplir", añadió la hermana del hombre asesinado.
La víctima, quien tenía problemas psiquiátricos, estaba siendo buscada desde el lunes 5 de octubre tras una denuncia por averiguación de paradero de su familia en la comisaría 2da. de Quilmes.
La propia familia le informó al fiscal Sarra que le habían comentado que Cristaldo había tenido un problema con el dueño de una casa situada en Zeballos 342, entre Ayacucho y Maipú, en Bernal.
Cristaldo, con discapacidad por su patología cerebral y sus problemas psiquiátricos, solía ayudar en la limpieza de esa casa hasta que descubrió que allí Ansaloni tenía armas y drogas y le reprochó el hecho de que podía terminar preso.
"Desde ahí este tipo juró que lo iba a dejar caminar y el día que lo agarrara lo iba a cortar en pedacitos", había contado a la prensa Maximiliano, otro hermano de la víctima, quien agregó que antes de desaparecer, a su hermano lo vieron salir de la villa Itatí, donde cortaba el pelo gratis, junto al sospechoso.
Con estos datos, el fiscal Sarra dispuso el 13 de octubre un allanamiento de urgencia en el inmueble del sospechoso y dentro de un tambor encontraron un cuerpo descuartizado, cubierto de ácido, cal y cemento.
Además, en la casa hallaron productos químicos, seis botellas de ácido, un bidón de cinco litros de nafta, seis bolsas de nailon transparente con dos kilos y medio de una sustancia que dio positivo en el narcotest como clorhidrato de cocaína y dos paquetes con dos kilos de marihuana.
En el momento del allanamiento, dos hombres escaparon por los techos de la vivienda y lograron huir a pie, uno de los cuales era el fugitivo Ansaloni y el otro aún no fue individualizado.
De acuerdo al informe forense enviado al fiscal, Cristaldo presentaba una fractura en la base del cráneo producto de un golpe con algún objeto contundente que le causó la muerte.
Los forenses también detectaron en el cráneo una serie de clavos metálicos que, por lo que refirieron los propios familiares de la víctima, le habían sido colocados luego de una operación al hombre, quien padecía un tumor cerebral.
En tanto, Ansaloni tiene como antecedente una causa por comercialización de estupefacientes en el departamento judicial Dolores por la que estuvo preso, según detallaron voceros judiciales.
El acusado tenía dos pedidos de captura, uno emitido por el fiscal Sarra por el homicidio de Cristaldo y el otro por la fiscal Clarisa Antonini, de la UFI 20 temática de Drogas de Quilmes.
Imágenes sensibles: así sacaban el barril con el cuerpo descuartizado adentro
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