Familiares de víctimas de la última dictadura militar denunciaron hoy que el municipio de la ciudad de La Plata quitó una "baldosa blanca de la memoria" que recordaba a un militante del ERP secuestrado en 1976, que aún permanece desaparecido.
Se trata de la baldosa colocada en el 2011 en la esquina de 7 y 54, a pocos metros de donde se había producido el secuestro de Osvaldo Busetto, arquitecto y militante del ERP, en septiembre de 1976.
Sobreviventes de la última dictadura relataron que Busetto compartió cautiverio en el excentro clandestino conocido como Pozo de Bánfield con los estudiantes secundarios secuestrados en el episodio conocido como La Noche de los Lápices, a quienes daba ánimo de que serían liberados.
En ese centro lo vieron hasta diciembre de 1976, sin que hasta el momento hayan podido recuperarse sus restos.
Marta Ungaro, hermana de Horacio Úngaro, uno de los estudiantes secuestrado y desaparecido en La Noche de los Lápices, denunció que el municipio "quitó deliberadamente, y se presume que destruyó, esta marca urbana patrimonial".
Consideró que la quita de la baldosa supone "un dolor irreparable, destruye patrimonio y vulnera la memoria de los Desaparecidos".
Pablo Úngaro, uno de los ganadores del concurso municipal para realizar marcaciones urbanas en sitios de la ciudad donde se hubieran cometido Crímenes de Estado, explicó a Télam que "la elección de esa tipología de baldosas patrimoniales responde al hecho de que trabajamos la idea de 'tatuar' la ciudad sobre la piel de las veredas sin elementos extraños a ella".
"La obra no se trata del mero hecho físico de una baldosa en la ciudad sino que operamos como "mediadores artísticos" entre el ejecutivo municipal y los familiares, amigos y el resto de la sociedad", contó.
Detalló que en el caso de Busetto "las baldosas contenían su nombre, edad, militancia y su imagen".
"Todas las marcas del proyecto, incluida la de Busetto fueron declaradas Patrimonio Arquitectónico y Cultural de la Ciudad por el Concejo Deliberante local, y en esa Ordenanza se especifica que en caso de necesidad de remoción por una eventual obra se deben comunicar con los artistas para evaluar la mejor solución ya que la colocación significó un hecho en si mismo, con familiares de Osvaldo, en este caso, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, representantes de la Universidad de La Plata, y amigos de las victimas", sostuvo.
Remarcó el artista que junto a Florencia Thompson diseñó estas baldosas de la memoria que "no cabe retirarlas así por así, además de que al retirarlas es mas que probable que se rompan".
"La municipalidad no se comunicó en ningún momento y operó a hecho consumado sobre un bien patrimonial sobre el cual se pidió en sede judicial, protección", destacó.
"Nos quedamos muy sorprendidos por esa actitud, ya que al comienzo de la actual gestión llegamos a colocar dos marcas urbanas en memoria de la "Masacre de La Plata" y del Mingo Teruggi y el Ruso Karakachof, esto quiere decir que se sabía por experiencia del valor simbólico de la marca física", apuntó Úngaro. (Télam)
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