La recomendación fue adoptada por una mayoría de 17 votos del grupo de expertos, en contra de tres votos en contra y una abstención.
Un comité independiente de expertos estadounidenses concedió hoy una aprobación de emergencia para la vacuna contra el coronavirus de los laboratorios Pfizer-BioNTech, lo que permitirá al país más golpeado por la pandemia avanzar con la vacunación masiva si, como se prevé, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) la convalida.
La recomendación fue adoptada por una mayoría de 17 votos del grupo de expertos, en contra de tres votos en contra y una abstención.
La votación no es vinculante y aún no se dio luz verde a la comercialización, que le corresponde determinar a la FDA en los próximos días. Pero la decisión despeja dudas y la vacuna podría comenzar a ser administrada en el país al comienzo de la semana que viene en hospitales y residencias de ancianos, según las autoridades.
La vacuna ya fue aprobada en Reino Unido y Canadá y los resultados completos de un enorme ensayo clínico se publicaron hoy en The New England Journal of Medicine, la revista médica más reconocida de Estados Unidos.
La publicación científica estima en un editorial que los resultados confirman un "triunfo" del inmunizante, que presenta 95% de efectividad sin problemas serios de seguridad.
"Los resultados del ensayo son lo suficientemente impresionantes como para sostenerse ante cualquier análisis", indica el editorial.
"Podríamos tener una autorización de emergencia en pocos días y estar administrando dosis de vacunas a nuestros (habitantes) más vulnerables la próxima semana", anticipó el secretario de Salud, Alex Azar.
En un ensayo con casi 44.000 personas, hubo dos muertes en el grupo que recibió la vacuna y cuatro en el de placebo, sin evidencia de que se relacionaran con el BNT162b2, el nombre técnico de la sustancia.
Los efectos secundarios más comunes fueron reacciones en el lugar de la inyección, fatiga y dolor de cabeza.
La comisión de expertos funcionó como una especie de tribunal científico que analizó y debatió los datos presentados por las farmacéuticas estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech para determinar si la vacuna es lo suficientemente segura y efectiva como para autorizar su uso de emergencia.
La decisión que ahora debe tomar la FDA se espera en momentos en que Estados Unidos atraviesa su tercer y peor pico de la enfermedad, que ya dejó más de 289.000 muertos en el país y más de 1,5 millones en todo el mundo a un año de su aparición.
La reunión se hizo un día después de que el Reino Unido advirtiera que personas con serios antecedentes alérgicos no deberían darse esta vacuna mientras investiga reacciones alérgicas sufridas por dos personas esta semana, en que el país se convirtió en el primero en comenzar a inmunizar a su población con la vacuna Pfizer-BioNTech.
De todos modos, una recomendación favorable y una rápida aprobación parecen los más probable luego de que expertos de la FDA emitieran esta semana un informe preliminar que afirmó que la vacuna no presenta inconvenientes como para no ser autorizada.
La primera dosis de la vacuna comienza a proteger a los pacientes diez días después de la inyección, y la segunda reduce el riesgo de desarrollar Covid-19 en un 95% en comparación con no estar vacunado.
La noticia más alentadora es que la vacuna también parece detener las formas más graves de la enfermedad, dijo Saad Omer, científico de la Universidad de Yale.
Aún se desconoce cuánto tiempo durará la protección de la vacuna, pero el principal científico del Gobierno estadounidense, Moncef Slaoui, dijo ayer que confiaba en que, basándose en pruebas con animales, la inyección crearía una memoria inmunológica a largo plazo en lugar de una respuesta efímera.
Otra interrogante es la medida en que la inyección detendrá la transmisión del virus, y si será efectiva en niños, mujeres embarazadas y personas cuyo sistema inmune está deprimido.
El siguiente paso es la distribución, que está siendo coordinada por el Gobierno federal pero manejada por socios privados como FedEx.
La primera oleada de envíos incluirá alrededor de tres millones de dosis, que serán transportadas desde la planta de Pfizer en Kalamazoo, Míchigan (norte), en contenedores de hielo seco mantenidos a -70 grados centígrados.
Desde allí, las vacunas se distribuirán en el país para ser inyectadas a los residentes de los centros de cuidados a largo plazo y los trabajadores de la salud, los dos grupos que encabezan la larga fila de estadounidenses esperando sus turnos.
Ayer, el país registró un récord de 3.124 muertes por coronavirus -una cifra superior a los fallecidos por el ataque del 9/11 o el Desembarco de Normandía-, con lo que el total se elevó a más de 289.300, informó hoy la Universidad Johns Hopkins (JHU).
Otros 221.267 casos fueron notificados en las últimas 24 horas, con lo que el acumulado ya es de más de 15,3 millones.
Además, por octavo día consecutivo, Estados Unidos alcanzó un récord de pacientes internados con Covid-19, de 106.688, según la plataforma especializada Covid Tracking Project.
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