Se trata de una última etapa de fase 1 que al finalizar tendrá la apertura total de comercios.
El Gobierno francés anunció hoy que analiza una propuesta presentada ayer por la Alcaldía de París para confinar durante tres semanas la capital y "reabrir todo" al final, incluidos los restaurantes, bares y museos, aunque adelantó sus dudas sobre la medida.
Ayer, la Alcaldía capitalina propuso que la capital francesa sea confinada ante la degradación de la situación sanitaria, según dijo el vicealcalde, Emmanuel Grégoire.
"La evolución es inquietante y requiere que pensemos en medidas complementarias", dijo Grégoire en la emisora France Info, donde criticó que el presidente, Emmanuel Macron, no se base en "argumentos científicos" para hacer valer su voluntad de evitar un nuevo confinamiento.
Esta medida daría "una bocanada de oxígeno" y acercaría la "perspectiva de reabrir todo cuando termine", dijo Gregoire.
"No podemos imponernos vivir en una semicárcel durante meses. Ahora debemos tomar decisiones valientes", añadió el adjunto de la alcaldesa socialista Anne Hidalgo.
Hoy, el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, dijo que la idea será estudiada, aunque añadió que no tenía mucho sentido imponer un confinamiento sólo en París, dado el número de personas que entran y salen cada día de la capital.
"Son relativamente pocos los científicos que creen que con un confinamiento de tres semanas podemos acabar con el virus y abrirlo todo, como dijo la Alcaldía de París", agregó, citado por la agencia de noticias AFP.
La propuesta fue hecha después de que el Gobierno pusiera el jueves a 20 departamentos franceses, incluyendo París, en "vigilancia reforzada" ante un aumento del número de contagios.
El primer ministro, Jean Castex, llamó a las autoridades locales a entablar conversaciones para tomar nuevas restricciones sanitarias a partir del fin de semana del 6 de marzo "si la situación se sigue degradando".
Las autoridades ya impusieron confinamientos durante el fin de semana en el turístico departamento de los Alpes Marítimos, en el sureste francés, cuya capital es Niza y en donde vive 1 millón de personas, y en la norteña aglomeración de Dunkerque, frente a las costas inglesas.
Ante las críticas que levantó su propuesta, Grégoire dijo hoy que se trata "simplemente de una hipótesis".
"La decisión corresponderá al Ejecutivo nacional", dijo y rechazó las políticas de "medias tintas, con resultados muy cuestionables".
A nivel nacional ya rige un toque de queda entre las 18 y las 6 y los restaurantes, cafés, bares, museos y cines están cerrados desde hace varios meses.
Más de 85.000 personas murieron debido al coronavirus en Francia, uno de los países más golpeados por la pandemia.
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