El uniformado fue baleado en el tórax y derivado de urgencia al hospital mientras los malvivientes se dieron a la fuga. Dos vecinos se guardaron una parte del botín.
Una pareja fue detenida acusada de aprovechar el momento en que la víctima estaba herida de un tiro en el abdomen para hurtar casi 2.500.000 de pesos de la recaudación que transportaba.
El robo ocurrió este martes, cuando un expolicía que trabaja como custodio de caudales para mercados frutihortícolas de la región, en Quilmes, fue interceptado por malvivientes.
El custodio tenía en su poder la recaudación de los mercados frutihortícolas de La Plata y de Berazategui cuando llegó a Quilmes.
Dentro del predio, ubicado en Av. La Plata y Carlos Pellegrini, el hombre estacionó su Volkswagen Gol para recoger la caja con el dinero de la recaudación, cuando dos motochorros le rompieron el vidrio y sustrajeron una parte de lo que ya tenía en el interior del coche.
De inmediato, la víctima comenzó a perseguirlos y fue en el cruce de Martín Rodríguez y Tucumán que logró alcanzarlos. Tras trenzarse en lucha, uno de los malvivientes le disparó en el tórax y ambos se dieron a la fuga.
Gravemente herido, el custodio fue asistido en un primer momento por vecinos de la cuadra, quienes además dieron aviso al 911 y solicitaron una ambulancia. Ese habría sido el momento en que un hombre y una mujer de alrededor de 29 años, ambos ahora imputados, vieron la caja con el dinero y decidieron aprovechar el momento.
Al llegar los móviles policiales entregaron la recaudación de uno de los mercados aduciendo que el hombre les había pedido que lo guardaran, pero se habrían guardado la otra en su casa de la calle Tucumán.
Los investigadores de la Comisaría Tercera de Quilmes, a cargo del comisario Ricardo Reynoso, comenzaron a sospechar de la pareja cuando vieron que los números no cerraban y que los dichos no se concordaban con las imágenes registradas por cámaras de seguridad de la zona.
Con el aval del fiscal Martín Conde, las fuerzas de seguridad irrumpieron en el domicilio de los sospechados. Al verse descubierto, el hombre entregó de inmediato una bolsa con más de 2 millones de pesos, pero aún faltaba más. El intento por evitar que registraran la casa no surtió efecto y debajo de colchones y distribuidos por el inmueble secuestraron casi 350 mil pesos más.
Ambos quedaron imputados en el caso por “hurto calamitoso”, delito que se basa en aprovechar la indefensión de la víctima, que en este caso estaba baleada y ensangrentada, para cometer el robo. Asimismo, los investigadores de la Seccional continúan las pesquisas para dar con los delincuentes prófugos.
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