El asesino atacó a golpes con un nunchaku al dueño de la verdulería y después lo mató a puñaladas. En su huída, robó dos autos y los abandonó. IMÁGENES SENSIBLES.
La esposa del almacenero asesinado el sábado en la localidad bonaerense de San Justo por un hombre que primero lo atacó a golpes con un nunchaku y después lo mató a puñaladas confirmó hoy que todo se inició porque el asesino se retiró sin pagar una lata de cerveza.
Hilaria, la viuda de Silvestre Reynaldo Quiroz (35), contó al canal TN que el hecho ocurrió el sábado pasado cuando ella había dejado “un poquito abierta” la reja de la verdulería y al local entró el agresor.
Imágenes sensibles se recomienda discreción al lector.
“El chico viene cruzando la calle. Yo pensando que iba a comprar, le dejé la reja abierta y entró. Fue directo a la heladera, agarró una lata de cerveza y salió”, relató Hilaria.
La mujer contó que salió detrás del hombre y le dijo “no me pagaste”, a lo cual el muchacho le respondió “¿qué te voy a pagar?” y se retiró.
La mujer recordó que en ese momento le avisó a su marido que ese cliente se había ido sin pagar una lata de cerveza y Reynaldo “fue detrás de él”.
“Le reclamó, le gritó ‘por qué no me pagás’ y el tipo sacó un arma, dos fierros que tienen una cadena y lo empezó a golpear”, recordó Hilaria al describir la primera agresión que su marido recibió con un nunchaku como los que se usan en artes marciales.
La mujer explicó que le pidió a sus dos hijas menores que se metan en el local y llamen a la policía, y que en ese momento cuando se acercaba vio como el agresor “estaba acuchillando” a su marido.
“¿Cómo voy a vivir?”, se preguntó quebrada en llanto la mujer, mientras también cuestionó que la ambulancia demoró en llegar.
La viuda confirmó que ya conocían al asesino como un cliente de la zona, con el que hasta el momento no habían tenido ningún inconveniente.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que el fiscal a cargo de la investigación, Marcos Borghi, de la fiscalía especializada en Homicidios de La Matanza, aguardaba para esta tarde los primeros resultados de la autopsia que confirmará si la víctima recibió unas siete puñaladas, como se ve en el video que registró el crimen.
Ayer, el imputado, identificado como Matías Andrade (29), se negó a declarar al ser indagado por los delitos de "homicidio agravado criminis causae" y "robo calificado por el uso de armas (dos hechos)".
El hecho ocurrió el sábado en la calle Parral al 3400, entre Pampa y Derqui, de la mencionada localidad del partido de La Matanza, cuando personal de la comisaría 1ra. y del Comando de Patrullas fueron desplazados al lugar tras un llamado al 911.
Al arribar a la escena, los efectivos hallaron a Quiroz (35), de nacionalidad boliviana y dueño de un almacén situado a pocos metros, tendido en la calle y herido de arma blanca.
Fuentes policiales aseguraron a Télam que por dichos de un testigo y del análisis de las cámaras de seguridad de la zona se estableció que un joven había ingresado al local de Quiroz e intentó escapar sin abonar una lata de cerveza que había sacado de una heladera.
A raíz de ello se inició una discusión en la que el comerciante primero recibió varios golpes en la cabeza con un nunchaku, un arma de artes marciales.
Luego, la víctima fue apuñalada con un cuchillo en su cabeza y otras partes del cuerpo, aseguraron las fuentes.
Según las fuentes, Quiroz fue trasladado de urgencia al Hospital Balestrini de Ciudad Evita, donde fue intervenido quirúrgicamente y falleció producto de las heridas recibidas.
En tanto, poco después del crimen, la policía detuvo a Andrade como acusado no solo del crimen sino de haber robado en su huida un Volkswagen Suran color negro, el cual abandonó a las pocas cuadras.
En su interior, la policía halló la cuchilla que se cree que el sospechoso utilizó para apuñalar al comerciante, indicaron los voceros.
Al joven también se lo acusa de robar un segundo vehículo, un Renault Megane, con el que intentó continuar la fuga, aunque finalmente lo apresaron efectivos de la Subestación de Policía de La Matanza tras un operativo cerrojo en el barrio San Alberto.
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