Alberto Fernández supo sobrellevar la pandemia en su primer año de gestión y lo cierra cumpliendo una de sus promesas de campaña.
El Presidente actuó en silencio y con cautela para lograr que la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fuera sancionada sin zozobras en la Cámara de Senadores
El presidente Alberto Fernández cierra el año en alza con dos triunfos insoslayables. El primero fue contar con 300 mil dosis antes de la vacuna contra el coronavirus. Y el segundo, llegó con la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
En un trabajo de hormiga y en silencio, el mandatario argentino logró estar en paz con el Papa y los obispos que le enviaron un saludo navideño mientras trabajaba para la aprobación de la ley.
Fernández, a diferencia de Mauricio Macri, anticipó sus intenciones de cumplir con sus promesas de campaña electoral tanto al Sumo Pontífice como a toda la población argentina.
Una de las piezas claves en la redacción de la ley fue la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quien además logró traccionar votos a favor que inclinaron la balanza hacia la aprobación de la IVE.
Alberto Fernández se involucró personalmente para lograr que se sancione la ley del aborto legal y según trascendió festejó con cautela la sanción de una ley que puede ser su mayor legado presidencial.
Comentários