El móvil policial fue apedreado al mismo tiempo que otro grupo de personas intentó ingresar a la comisaría local tras romper las ventanas.
En la madrugada del domingo, en el balneario de Reta, Tres Arroyos, oficiales de la Policía se dirigieron a un domicilio particular luego de recibir denuncias de que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina y al llegar al lugar se produjeron cruces con quienes estaban allí. Al menos dos policías resultaron heridos.
Tras una noche en la que ya habían desbaratado dos reuniones de gente que violaban las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, los agentes se dirigieron a esta casa y fueron golpeados con piedras y palos, de acuerdo con lo publicado por el diario La voz del pueblo. Tras ellos, los agentes comenzaron a disparar. Según un video del momento, se escuchan al menos cinco tiros.
Según fuentes policiales, al acercarse el móvil policial a la fiesta fue encerrado por dos autos. En ese momento comenzaron los actos de violencia. Pero esto no fue lo único. Al mismo tiempo, otro grupo de personas intentó ingresar a la comisaría local tras romper las ventanas.
Al ser bloqueados por los oficiales que se encontraban allí, destrozaron un móvil policial y también el vehículo particular de uno de los agentes, al que le clavaron un cartel señalizador de calle.
Desde la fuerza aseguraron que la intención de las personas era recuperar los elementos que había sido secuestrados horas antes en otros eventos que también violaban las restricciones ante el brote. Por esos detalles es que desde la Policía de Tres Arroyos creen que lo que ocurrió fue planificado.
Los dos agentes heridos, uno en la casa en la que fueron apedreados por jóvenes y adultos y otro en la comisaría atacada, se encuentran estables.
El intendente de Tres Arroyos, Carlos Sánchez, habló sobre el violento episodio, destacó que no es algo normal en la ciudad balnearia y destacó: "Entendemos por la investigación que hubo una emboscada. Decían que había una fiesta pero tenían preparadas piedras para pegarle a la Policía, que se sintió muy acorralada, no podía salir".
"Es muy complicado controlar, reforzamos vehículos pero se torna difícil porque es clandestino. No sobra la cantidad de personal, siempre estamos un poco escasos, en verano hay refuerzos pero cuando pasan estas cosas no es suficiente", añadió.
El intendente también contó que se puso en contacto con el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, quien envió a la zona al jefe máximo de la Policía. "Estamos en investigaciones", cerró Sánchez.
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